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Así que probablemente en el futuro los ordenadores tomarán el pago de los clientes y asignarán las putas para follar. Es interesante que el cerebro del ordenador le permita estrangular y violar a la morena, pero no mear en su boca. Pensé que iba a estrangularla, pero no lo hizo. Por lo visto, un hombre maduro se dio cuenta de que entonces no habría nadie a quien chupar y meterle la polla en la carne, en la sociedad decente es mauvais ton.
Sí, la propia japonesa disfruta de que tantos machos la miren. Ser una perra a los ojos de los hombres es aún más genial que ser una geisha. Todos pueden correrse en su boca, en su cara y en sus pechos. Está cubierta de semen y es todo sonrisas. Los sementales se vuelven locos por chicas así.