Fue una muy buena idea para el dueño del café poner a su mujer detrás del mostrador. Los clientes acudieron en masa. Sí, la esposa ninfómana siempre había exigido más atención, pero ahora era bueno para el negocio. Sus encantos siempre estaban en el negocio, el café se vendía tan bien como el alcohol, e incluso tenía sus propios clientes habituales. Incluso una barista podía alcanzar la fama si a su marido no le importaba.
Así es, el negro la conoció y le metió la polla en la boca enseguida, así que estaba jodido. Intentando meterle la polla en la boca con tanta fuerza que se le ponen los ojos de punta. En serio, el negro está preparado para metérsela hasta el fondo, pero la chica aún tiene que practicar y practicar. No mucha gente puede manejar una polla tan grande y gruesa, se necesita mucho entrenamiento. Pero bueno para la chica de todos modos, ella no se rindió.
Gran porno. ¡Cumple como a mí me gusta!